
En 1914 un aviador alemán llamado Bender descubre por casualidad enParís las tesis de Teed y decide desarrollarlas. Según su visión, en el núcleo de esa esfera cóncava en la que vivimos quedarían situados el Sol y la Luna (mucho más pequeños de lo afirmado por la Astronomía), y un Universo Fantasma, formado por un gas azulado y unos brillantes granos de luz a los cuales llamamos habitualmente estrellas. A nuestros pies, un infinito de tierra y roca.